Paz entre los dos enemigos

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Habla Fernando Alonso. «Hamilton es mejor que Vettel. En pilotaje está un escalón por encima». Habla Lewis Hamilton: «Es genial escuchar elogios de su boca. Nuestra relación es ahora mucho más fuerte y el respeto que nos tenemos el uno al otro también es mucho más fuerte». ¿Qué fue de los enemigos que no querían volver a la paz el uno con el otros Los contrarios que encarnaron un día papeles extremos en la fricción se comen ahora la boca.

Las manifestaciones formales se han propagado estos días en el desierto de Abu Dhabi, penúltima cita del Mundial de Fórmula 1 que ayer arrancó con Hamilton al frente de los tiempos de entrenamiento. El recorrido inverso a la confrontación tiene ahora matices de cierta empatía. Por coincidencia de intereses o por una lejanía que el tiempo ha limado, Alonso y Hamilton se han declarado respeto eterno e incluso muestras de admiración perpetua.

«Lewis es el único piloto que puede ganar carreras con un coche que no es tan competitivo como el mejor coche de la parrilla», comentó Alonso en el último gran premio, celebrado en la India. Por desgastar el ánimo de Vettel en cada apreciación o por sincera estima hacia las cualidades de Hamilton, lo cierto es que el asturiano contrapone en los últimos tiempos las capacidades del inglés frente al Red Bull del alemán.

«Me siento honrado de que Fernando se muestre tan positivo acerca de mis cualidades, a pesar de que no ha sido mi mejor temporada y a las diferencias que tuvimos en el pasado asegura Hamilton. Nuestra relación es mucho más fuerte y el respeto que tenemos el uno al otro también es mucho más fuerte. Es genial ver que ha hablado de mí con estos elogios. Yo también he considerado siempre que es uno de los mejores pilotos. Así que en general es muy positivo saber que he recibido el apoyo de los otros pilotos también».

Lewis Hamilton aprendió a querer a España a través del marketing. Era un país al que apenas conocía y al que había estigmatizado desde chaval con la marca usual que procede desde las islas británicas: siesta, playa, fiesta... La pésima relación de ambos en 2007 en McLaren abrió un agujero en su universo para el primer piloto negro de la historia.

Han pasado los años, se han atemperado los ánimos y el británico ya no es el hombre del saco. Cada vez que pisa Barcelona o Valencia, se somete a una potente campaña de imagen que lo acerque al aficionado ibérico.

La carta de presentación de su último aterrizaje en España fue el magnífico anuncio de Vodafone. 21 segundos en los que Hamilton encarna al hombre del saco y no pronuncia palabra. El lobo, la bruja, Drácula y todos los sujetos motrices del miedo. «Buuu», ríe el inglés. «Reconócelo, cuanto mejor es el malo, mejor es la película», sentenció el spot.

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