ABC ha retado a los candidatos autonómicos de los principales partidos a contestar un cuestionario de cara a las próximas elecciones del 22-M. Aunque algunos declinaron la oferta, la mayoría ha querido enseñarnos qué hay detrás del político... Estas son las respuestas de Miguel Ángel Revilla, candidato a la reelección como presidente de Cantabria por el PRC

1. ¿Llevarías a Belén Esteban en tu candidatura?

La honradez como primera condición, vocación de servicio público y un férreo compromiso con Cantabria son los tres requisitos esenciales para ser candidato del Partido Regionalista. Siempre y cuando se cumplan esas condiciones y se asuma el compromiso de defender a ultranza los intereses de esta tierra, mi partido no excluye de antemano a nadie. Pero sinceramente, no la imagino en el PRC.

2. ¿A qué político de fuera de tu formación ficharías?

Un partido político no es un equipo de fútbol. Los militantes han de venir voluntariamente. Y si cumplen los compromisos que exige el PRC, los aceptamos.

3. ¿Cuál es tu principal baza electoral?

Yo concurro a las elecciones encabezando la candidatura del partido más decisivo que ha existido en Cantabria en los últimos 35 años. Es más, la región se llama hoy Cantabria y es una Comunidad Autónoma, con todo el progreso económico y social que eso ha conllevado en las últimas décadas, en gran medida gracias al PRC. Ésa es la mejor baza, nuestra trayectoria y el trabajo de muchos años por nuestra tierra y nuestros conciudadanos.

4. ¿Tiene solución el guirigay autonómico?

Yo no creo que exista ningún guirigay autonómico. Es cierto, y supongo que ése es el sentido de su pregunta, que existen algunas disfunciones que aconsejan una reflexión profunda y la búsqueda de un consenso entre las comunidades autónomas para garantizar la igualdad de todos los españoles y entre todos los territorios. Pero ello no debe hacernos olvidar que con el sistema autonómico España ha construido la mejor etapa de su historia y que en él está sin ninguna duda el futuro de nuestro país.

5. ¿Por qué se te recordará cuando dejes la política? 

Me gustaría que me recordaran como alguien que hizo todo lo que pudo por mejorar las condiciones de vida y contribuir al progreso de su tierra.

6. Si no te dedicaras a la política, te gustaría ser...

Profesor. Lo he sido, durante muchos años, en la Universidad de Cantabria. La docencia es mi segunda vocación y una actividad que me encanta. Y me viene de familia, porque mi madre y mis hermanos fueron maestros. Yo mismo estaba abocado a serlo, porque en la época en que yo estudié era la única carrera que se podía cursar en Cantabria, pero mi atracción por la economía fue más fuerte y con el apoyo de mis padres y mi propio trabajo logré costearme la carrera de Económicas en Bilbao.

7. Fuera de la política, ¿a qué personaje admiras?

Admiro a mucha gente. A los grandes científicos, que con su trabajo consiguen revolucionar nuestro mundo; a los deportistas que protagonizan auténticas gestas a base de esfuerzo y sufrimiento; artistas.... Pero sobre todo admiro a mucha gente anónima, a los hombres y las mujeres que luchan cada día por salir adelante y que con su esfuerzo dan auténticas lecciones. 

8. ¿Qué libro hay sobre tu mesilla de noche en estos momentos?

Tengo muy poco tiempo para disfrutar de la lectura, pero en mi mesilla de noche no faltan nunca las obras completas de Manuel Llano, mi autor favorito. A pesar de que no es muy conocido, para mí es el mejor autor cántabro, muy superior a Pereda. Tampoco tiene una obra muy extensa, porque murió muy joven, pero para mí es el mejor narrador de las costumbres y los paisajes cántabros. Nunca me canso de leer sus obras.

9. ¿Cuándo fue la última vez que lloraste?

Yo lloro bastante, sobre todo de emoción. Cuando consigo culminar un proyecto en el que me he empleado a fondo o cuando inauguro una obra muy esperada y veo la cara de satisfacción de la gente se me suelen saltar las lágrimas.

10. Defínete con un adjetivo

Si sólo puedo emplear uno sería tenaz. Soy una persona que no desiste fácilmente de sus empeños y que se emplea a fondo para conseguirlos. Si considero que un objetivo es justo, no me marco plazos para conseguirlo, pero casi siempre lo logro.