Temporada 2009 | 2010
GRAN PREMIO DE MALASIA | MOTO2

Luthi gana y evita que Bradl se corone campeón

Pol Espargaró completa el podio, y Marc Márquez no toma la salida.
por Ibai Ferrán

El título de Moto2 sigue abierto... por tan solo dos puntos: los que le faltan a Stefan Bradl para ser matemáticamente campeón. El alemán lo tiene en la mano. Le basta con terminar entre los trece primeros en Valencia, y Marc Márquez, que al final no corrió en Sepang, necesita un milagro que por ganar la carrera y esperar que falle alemán. La hazaña del catalán quedará probablemente incompleta, pero el suizo Thomas Luthi regaló un poco de esperanza a la afición española arrebatando la victoria de Sepang a Bradl, que ganando en Malasia ya era campeón. El tercer puesto fue para Pol Espargaró, que sumaba así su segundo podio en Moto2.

La noticia del día en la categoría mediana se producía a primera hora de la mañana, cuando Marc Márquez no superaba en la clínica del circuito el examen físico, y los médicos le declaraban "no apto" para correr. Su estado era razonablemente bueno, pero la contusión cervical por el estiramiento brutal del cuello que había sufrido en la caída del viernes aún la causaba dolor de cabeza, dolores en el cuello y, lo peor de todo, mareos y pérdida de visibilidad en el ojo izquierdo. "Lo primero es la salud. Solo tengo 18 años y no solamente es tu físico; es también el de los otros pilotos con los que compites", razonaba el joven piloto catalán, que en declaraciones a TVE se mostró molesto con su rival, Stefan Bradl: "No se ha interesado por mi estado en ningún momento. Me ha decepcionado como persona".

Sin Márquez en la parrilla, el alemán tenía la oportunidad de proclamarse campeón del mundo ganando la carrera, y se aplicó a la faena desde el principio: tomó la delantera en la segunda vuelta, y marchó escapado hasta la décima, cuando Thomas Luthi, que había conseguido la 'pole' en los entrenamientos, le alcanzaba para disputarle la victoria y retrasar la resolución del campeonato. El suizo estudió al alemán durante siete vueltas, y le adelantó a tres para el final. Un giro más tarde, se paraba la carrera a causa de la caída de Áxel Pons, que quedó tendido en medio de la pista (afortunadamente el catalán no sufrió lesiones). La bandera roja dejaba sin duelo final, con la posibilidad de que Bradl se proclamara campeón, a una carrera que resultó bastante sosa, pero provocaba el suspiro de Marc Márquez, que veía la carrera en su box, y de todos los aficionados españoles: el milagro aún es posible.

El tercer peldaño del podio fue para Pol Espargaró, que rodó en solitario casi todo el rato después de deshacerse de su hermano Aleix en los primeros compases.

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